lunes

Nosotras realmente no existimos. No en carne y hueso.
Somos como dos conciencias. No es que una sea buena y la otra mala, no nos vayamos a los extremos, pero somos dos conciencias con vivencias diferentes y que, por lo tanto, piensan cosas distintas.
Al principio pensé que tenías que irte de acá, que no era tu lugar, que no estabas bien y necesitabas alejarte.
Después entendí algo, que no había entendido: No importa lo que yo quiera, vos tomas tus propias decisiones, sos una persona de carne y hueso, sentís, pensás y decidís.
Así que pensé un poco en como me había sentido cuando me pasó lo que te pasó ahora a vos.
Y me di cuenta de que estábamos haciendo todo mal.
No nos necesitas. No realmente. Entonces, lo que te damos es tiempo.
No te vamos a echar de ningún lado, porque no es eso lo que necesitás. No necesitas nada de nosotras.
Y eso me hace sonreír un poco, porque como siempre, vas a superar cualquier cosa que te propongas. Solo tenés que pensar un poco más en vos y en la gente que realmente te importa. En su bienestar, no en lo que piensan de lo que vos haces o dejas de hacer.
Nadie vino a este mundo a juzgarte. Ni siquiera nosotras.