El colectivo 24, que me lleva tres veces por semana a mi maravilloso trabajo en la pintoresca Avellaneda (notesé el sarcasmo, por favor!) tiene algunos muchos problemas.
Mas allá de esto, creo que todos los colectivos tienen muchos problemas, pero como el que mas frecuento es el 24, vamos a detallar los suyos.
1) La problemática existencial de los relojes de los colectiveros.
A ver, señor colectivero, si usté dice que labura todo el día, y que está cansado y pipipi, dígame una cosa. ¿Por qué carajo no viene cada 15 minutos a mi puta parada? ¿EH? ¿Qué se piensa? Que yo no laburo todo el día? Ahhh, no. Mire, yo le voy a explicar.
Estoy 40 minutos parada, cagándome de frío, en la puta calle, y veo que vienen cuatro 17, trescientos 22, mil cuatrocientos 10, pero a usté no se lo ve ni en figurita.
2) El temita de la altura
Mido 1.80, por el amor de dios. Y vamos a ser francos con este asuntito: sé que la mujer promedio no mide mas que 1.60, peeero, el hombre promedio mide 1.80! Lo que significa que si ustedes, señores creadores y administradores de las comodidades de los colectivos, pensaran un poco en nosotros, no saldríamos con las cabezas del tamaño de un alien por la cantidad de chichones que juntamos.
Ahora, analicemos esta problemática. Los asientos están perfectos, no me joden. Me encanta que haya un espacio para los discapacitados, las sillas de ruedas y toda la bola. Pero .. peeeero, ¿pensaron ustedes que si alguien mide 1.80, esta en constante "tucu tucu" con esas manijitas que cuelgan de los cañitos de mierda esos?
¿Pensaron que las manijitas "modernas", esas amarillas y enormes, pueden dejar con un ojo morado a mas de uno? ¿Analizaron a caso, el riesgo bajo el cual nos someten, a nosotros los humanos de gran altura, esos socotrocos que ponen?
La gente petisa no llega, el de estatura promedio, nunca logra alcanzarlos porque la gente petisa esta ahí empujando. ¿Y los altos? ¡Morimos de dolor!
Y no enumero mas cosas, porque me vuelvo loca.
