viernes

Algo de NO creer

"Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida."
Oscar Wilde.

-          Disculpe, tiene hora?
-          No, no fumo.
-          Aaah, como lo vi con el paraguas ..
No, mira. Yo te cuento:
Tengo un amigo que dice que cada vez que te resfrias, muere un niño en Hawái. Yo no le creo.
Mi amigo es una persona especial. No sale de noche, no sale de día. No sale.
Tiene 53 años. Es claustrofóbico, cucharachofóbico, gentefóbico pero por sobre todas las cosas, fobifóbico. Si, ya se. No existen esas fobias (o por lo menos no se les dice así), pero la ultima, etimológicamente hablando, es como el colmo de los colmos, es la fobia de las fobias. Es lo peor que te puede pasar en la vida, todo claro, según él. Yo no le creo.
Resulta que este amigo, vive en el departamento de al lado, es decir, más que un amigo es mi vecino, y me despierta todas las mañanas a eso de las 5 o 6 con su grito habitual “ UNA CUCARACHA, LA PUTISIMA MADRE QUE LO PARIO”.
Si, así empieza mi día.
Realmente, no es una mala persona, es .. Especial. Tiene sus idas y venidas, y sus inventos, como por ejemplo, la vez que lo encontré encerrado en el cuartito de la basura e intentando explicarse comentó, así como quien no quiere la cosa, que en su casa había más cucarachas que ahí, y que le gustaba dormir parado.
También me pasó que, siempre que volvía del curso de cuentos, todos los jueves, él estaba sentado en la puerta de su departamento, con una palangana llena de agua y una caña de pescar, que me obstruía el paso hacia mi puerta. La primera vez, pensé que no era nada de lo que preocuparse, pero cuando al siguiente jueves volví y nuevamente lo encontré firme como bigote de laucha, mirando atentamente la tanza esperando a que “pique” me volví loca y empecé a INTENTAR explicarle que NO había peces en el agua. El me miro como si yo fuese una loca y me dijo: “Obvio que no, tonta. Es que el agua me tranquiliza, y si no tuviese la caña de pescar para disimular, todos pensarían que estoy loco yendo con un balde de agua de acá para allá, no te parece?”.
Si, ya se. Eso mismo pensé yo. Lo que no entiendo es como una persona así puede vivir sola, en un departamento, así como así y que NADIE se dé cuenta de que está loco y que tiene problemas.
Por eso, hoy cuando me levanté con el grito de siempre, hice lo que nunca había hecho hasta ahora, me asome y abrí la puerta de al lado (YA SE, las puertas suelen estar cerradas con llave, pero en mi edificio no es así, nos conocemos mucho y somos pocos). La cosa es que casi me muero de un susto cuando abrí y no había nadie. Bueno, pará, no es que no había NADIE, el problema real es que no había NADA. La casa estaba deshabitada completamente, es más: había una capa inmensa de polvo que cubría el piso, como si nadie hubiese entrado en años. Medio asustada, porque le hubiese pasado algo a mi vecino, baje corriendo las escaleras y fui a preguntarle a Jorge (el portero) si sabía algo.
“Ese?” Me dijo, al pasar. “Noooo, hace como quince años que nadie lo compra, el dueño quiere venderlo y esta como loco, no sé porque será, es el más lindo del pasillo!”
Salí a la calle. Me temblaban las manos.
Cuando llegue al curso seguía preguntándome si estaba loca, si mi amigo existió de verdad, o si esto de haberme mudado sola, a una ciudad tan grande, y sin amigos, me estaba afectando negativamente.
Decime vos, que pensás?
No, no te creo.

Cherka. – Diciembre 2011

La más grande prueba de coraje es llevar la derrota sin perder el corazón.
—Robert G. Ingersoll

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Lo importante es no dejar de hacerse preguntas.
(Albert Einstein)