domingo

Josefa y Cherka se distraen

¿Señora? ¿Se encuentra bien? ¡Dios me libre! ¿Qué hace ahí en el suelo?

¿QUÉ? ¿Cuál suelo? ¡Es mi colchón, no insulte mi vivienda!

¡Ay! ¡Discúlpeme! Es que usté ahí, tirada, me dio impresión, ¿vio? y .. ¡Uff! Qué vergüenza, no la molesto más … ¿necesita algo? Esto es muy incomodo.

No, gracias, estoy cómoda aquí y a parte de usted nadie más me molesta... pero.. sabe, esperese un momento. Es usted la que tiene cara de acontecida dígame ¿puedo yo ayudarle? ¡pobrecita! ¡que ojerosa que se la ve!

Ay, es usted muy amable. No quiero molestarla con mis pesares, pero ya ve que no es el mejor de los días. ¿No le parece que los hombres son todos iguales? Digo, no es como si tuviese mucha experiencia en ese campo, pero … si vamos a los hechos, ¡madre mía! Todos, todos iguales. ¿Hace mucho que vive en la calle? Porque .. vive aquí, ¿no?

Que ya le dije que no es una calle, es mi vivienda, y sí, hace años que vivo aquí  No es problema, solo que de repente tengo muchos invitados. ¡No trate de llevar tanto peso sola! venga, siéntese y cuénteme, yo se de los hombres, todos caídos del mismo árbol, ¡Lo sabré yo!
No se retenga, suéltelo todo, todo de una buena vez.

Mire, ay ay ay. ¿Por dónde empezar? Bueno, resulta que yo .. Ay permiso, córrase un poco. Ahí está. Conocí a Adrián hace unos meses ¿vio? Todo iba muy bien, es un señor encantador. Muy inteligente, realmente amable, pero .. usté vio cómo son las cosas de la vida que un día el muy descarado viene a decirme que yo, si, yo, esta misma señora que ve usté acá, le atraigo. Válgame dios, esto es inaudito. Claramente, me está volviendo un poco loca, porque bueno … usté entenderá. No suelo atraer a muchos hombres.

¡Já! ya decía yo que no era yo la de los problemas, usted tiene uno ahí, y uno bien gordo. No sé si mi consejo le sirva, pero... ¡vaya, mírese! ¡decir que no atrae a muchos hombres! pero como no va a ser eso si no tiene ni el rostro, ni el cuerpo ni la altura que se debe. Aproveche que este buen hombre se fijó en usté... en ti, vamos a tutearnos porque esto de los ustedes no va conmigo. Aprovecha mamacita que éste ciego, digo, hombre, se fijó en ti y dale una oportunidad. Borra esas confusiones de tu cabecita y ¡a con todo! ¿que dices?

Sos demasiado amable vos, querida. ¡Ay si yo tuviera amigas como vos!. Claramente, y te lo cuento ahora, que ya estamos en confianza, mis amigas me tiraron dardos por los ojos cuando les hablé de Adrián. Porque claro, una señorita recatada y bien puesta como yo, no debería andar con hombres como esos. No digo que Adrián sea una mala persona, no no. Todo lo contrario, pero .. ay, discúlpeme, pero no la puedo tratar de tu. Usté tráteme como quiera, pero no puedo evitarlo. Decía yo que, Adrián es un señor … voluble. Me dijo, en la intimidad, claro, que el resultado de nuestra unión sería como una explosión de bomba atómica. Claramente, petrificada me quedé. Ay, discúlpeme si hablo mucho … es que … simplemente no puedo parar.

¡Pero hija!, ¿en qué siglo crees que estamos? dile a esas amigas tuyas, que deben estar enfermas del colon si me preguntas, que te dejen ser feliz, que dios sabrá cuando un buen muchacho corto de vistas vaya a fijarse en ti de esta manera nuevamente. ¡Ah! mejor búscate un nuevo estilista, yo te ayudo, vamos juntas, que a mi me conocen en el barrio, ¡No, no me mires como si estuviera loca! yo no soy la loca aquí  Yo si tengo novio, y se como lidiar con el tu eres la que necesita dirección y que te saquen ese palo del trasero que te tiene toda estirada. ¡Dale una oportunidad a ese muchacho, te lo digo yo que se de la vida!

Bueno, si .. verá. El tema es … ¿tengo un palo en el trasero? ¡Oh por dios, no responda a esa pregunta! Decía yo, me estoy yendo por las ramas. Soy una persona muy distraída, usté se habrá dado cuenta ya. Mis amigas siempre me dicen lo mismo. ¡Dios me libre, otra vez! Bueno, decía que el muchacho, en realidad, no creo que quiera cortejarme o como se diga en estos días. No no, creo que … venga, acérquese que se lo digo .. creo .. que está jugando un poco conmigo. ¡Pero conmigo no se juega! No señor, soy una señorita decente. El problema es que ahora que él mencionó la palabra atracción .. se me revuelven las tripas, señora. Usté que tiene novio, sabrá de eso. Pero yo … .. ay dios me libre. No lo sé.

Si si si... te escucho desde acá no más, no sabía que me llovería en solitario si te dejaba contarme sus secretos ¡uy! ¿no tendrás un pañuelo por ahí de casualidad? ¡bha! no importa, lo dejaré pasar, mi manga será suficiente. Mira, pequeña, no se trata de que vayas por ahí lanzando con todo, yo que sí tengo novio te lo digo, ¡Ay como me costó el que tengo! A los hombres hay que hacerlos sufrir, llorar, rogar, pedir perdón de rodillas, dejarlos con las ganas todas las veces que sean necesarias hasta que se convenzan a sí mismos que no pueden vivir sin una. Ahora, de seguro quieres saber como hacerle para que este hombre deje de darte vueltas no? Bueno, eso es mas sencillo q untar mantequilla en el pan de la mañana. Solo bésalo  Pero nada más. Y un beso chiquito, corto, que casi ni se note. ¡Pero que se note!

¿Que lo bese? ¿Que bese a Adrián? Usté .. usté .. ¿me está hablando en serio? Dios me libre, dios me libre ¿Que lo bese? ¿Yo? ¿A él? ¿Un beso?

¡Pero que cara de espanto niña! ¿no te dije que no estás para poner peores caras yo? Relaja ese ceño y deja de mirarme como si fuera un león en lugar de una persona. Bésalo, sácate el palo ese que sí que tienes en el trasero y bésalo, bésalo, bésalo, bésalo.

Besarlo .. a .. Adrián. Bueno .. si lo pienso bien … No no no no. Usté está loca. No puedo besarlo. ¡Qué dirán sus amigos! ¡Mis amigas! No señora. Mire, el tema es que, tampoco es que nos hayamos visto tantas veces. Unas cuantas, sí. Pero no muchas. Entonces, ¿vio? Estoy medio asustada. ¿Y si sólo estaba bromeando? ¿En realidad no querría besarme? No sé señora. Y .. y .. y .. yo nunca .. eso. Nunca.

¡¿Nunca?! Oh, buen señor de los desamparados, y yo que pensé que estaba en la miseria ¡pobre niña la que me has mandado! ¿¡Nunca!?¿Estas segura? Pobre pequeña mujercita tan alta y sin haber llegado a volar aun, pero ¿en qué mundo has estado viviendo? No tengo nada que decirte como consejo más que lo beses, aun cuando te asuste, bésalo  no solo para estar segura de lo que ese hombre quiere contigo, sino por ti también, ahora entiendo muchas cosas... ¡pobre niña!

¡Ay señora! Agradezco al cielo haberme topado con usté. Si cree que realmente me va a servir, lo besaré. ¡Pero ay de mi! Qué vergüenza, qué miedo, qué perdición. ¿Y si lo hago mal? ¿Y si me esquiva? ¿Y si la gente nos ve? ¡El qué dirán! ¡Dios me libre! ¡Mire la hora! Tengo que correr. No no, quédese sentada nomás. Ya me voy. Señora, gracias al cielo. Haré lo que usté me aconseja. Muchas gracias. Muchas, muchísimas gracias.

¡Espera niña, espera! por si no consigues el beso, ven que o te doy uno... ¡ahí esta! Así, como este, así mismito se lo das a ese pedazo de Adrian. Ahora ve pequeñita vuela y vuelve a contarme, las puertas de mi vivienda siempre estarán abiertas para ti.

¡Adiós señora! ¡Así, como usté me lo ha dado, así le daré a Adrián mi primer … no, segundo beso! Cuidado que no se le caiga la olla esa que tiene ahí. Me están esperando mis amigas, gracias gracias.