domingo

Esta cosa

Anoche estuve hablando de eso ¿sabías?. De esto, del blog y de decir cualquier cosa cada vez que uno escribe.
Mi amigo me dijo "Es raro tu blog, porque es 'vos', pero a la vez no. Hay entradas tan histéricas que no te reconozco ahí, Mechi".
Porque claro, yo no soy una persona muy histérica que digamos. Si, tengo mis momentos y si, a veces lo hago jodiendo, para que todos se rían un rato, pero no lo soy, en esencia.
Hablamos un poco de mi poca privacidad y ahí hay algo que él no entiende.
Yo a las cosas, cuando las digo, las digo como son. No voy a mentirle a mi propio blogspot. Entonces si estoy hablando de mi casa y digo que queda en el "3º 11" no me importa que la gente que por casualité se tope con el blog lo sepa. A mi me importa saberlo YO. (Básicamente, porque sino no puedo entrar a mi propio departamento si no sé dónde es)
Tomo el blog como si fuese un tercer oído, cuando los dos míos no me alcanzan, y en el proceso me encuentro con más oídos, como Carmen, Clyo, Meli y Belle, que, pobrecitas ellas, tienen que soportar mis quejas, penurias, risas, payasadas y cansancios.
También aprovecho, en mi blog, y hablo de la gente que sé que jamás de los jamáses lo leería (Guille, claramente) y puedo decir lo que se me antoje sin estar pensando en "Va a pensar que soy una idiota, mejor no digo nada" o "Es muy histérico de mi parte decir esto, yo me callo".
En el blog puedo decir lo que sea, cuando sea y como sea. Y eso, querida, hace que escribir para esta cosa sea el mejor momento de la mayoría de los días.
Porque sólo tenés que sentarte, mirar el teclado y pensar en todas las pelotudeces que te pasaron en el día.
Y además, es como conocer un amigo nuevo todos los días, porque tenes que explicarle, que si te caíste en el charco es porque sos alta y pelotuda, no porque fue un accidente, y que si alguien te dijo algo, lo puteaste porque sos una boca-sucia de mierda, no porque se te "escapó".