lunes

C-I-T-A

Hace un par de días tuve una cita. Sip. Una CITA. Comida Insufrible y Tortura Absoluta. CITA.
El muchacho en cuestión, cuyo nombre no revelaré por respeto a su persona (Ok, se llama Pablo), me invitó a comer y al cine. Me invitó con una semana de anticipación y de esa forma pude catalogar el encuentro como "Cita Formal a la cual una Debe ir Bien Vestida".
Pablo y yo no nos conocemos mucho. Nos vimos dos veces antes de esta "CITA" y realmente espero no verlo nunca más en mi vida.
CENA
Pésima. La comida estaba rica, pero él estaba nervioso como un quinceañero a punto de desvirgarse. Vergonzoso.
CINE
Malísimo. En el medio de la película intentó darme un beso (Énfasis en el "INTENTÓ").
Terminó dándome un beso en la nariz y cuando yo, intentando relajar la situación me reí, se enojó como si lo hubiese insultado. Patético.
RESULTADO FINAL
A las dos de la mañana estaba de vuelta en casa. Desdichada yo, pensé que iba a obtener una noche de sexo de esta "Cita Formal a la cual una Debe ir Bien Vestida", pero no. El muchacho en cuestión decidió que si el beso había fallado en la cama íbamos a ser un desastre (no nos dio una oportunidad, pobre de mi) y que por lo tanto lo más sabio era "Taza taza, cada cual a su casa"
CONCLUSIÓN
Nunca más.