viernes

-6º

Levantarse a la tarde, tiene sus consecuencias. La luz del día no está ahí para aclararte el horario y la temperatura de la casa está por abajo de los -6º casi y eso te hace temblar de pies a cabeza ni bien te levantas de la camita.
La cosa es que me desperté porque entraron a mi celular una horda de mensajes de texto.
Los primeros medio que me asustaron y fueron los responsables de despertarme y arrastrarme hasta el teléfono:

"Me DECILE a la vieja q me llame al cel mio q toy en lo d luli q yo no tengo crédito"


"Me, llama a la vieja para que me llame a mi porque no tengo credito. Soy Catu"


"Me, es URGENTE. Decíle a mami que estoy en lo de luli. Catu"

Oh-por-dios, Catalina Carmen Elizabeth Juanita de Costa Brava Cortez Pesoa, me hiciste asustar, bobis. Pero no dudes en que la próxima vez que necesites que llame a la vieja, lo voy a hacer. Este mensaje, sólo llegó un poco tarde.
En definitiva, llamé a mi vieja, me contó todo, y todas estamos sanas y salvas en nuestras casas, una lástima, ¿no?
Este hecho en particular me hizo acordar a que cada vez me parezco más y más a mi hermana Lucila, y créanme .. me gusta ser YO.
Después de borrar como 10 mensajes de texto totalmente des-importantes o a-importantes o .. lo-que-sea, me pegué la ducha del siglo.
¿Y qué pasó en el medio de esa ducha? Sip, se acabó el agua caliente y me congelé de pies a cabeza, nuevamente.
Así que toda fría, medio mareada por el cambio repentino de temperatura con nada en el estomago, me dispuse a cambiarme, cuando descubrí que no había lavado la ropa y que, por supuesto, todas las remeras lindas estaban en esa tanda.
Y acá estoy, sentada, con mi pijama de Tom y Jerry, mirando la pantalla como si pudiese hacer que el lavarropas vaya mas rápido.