lunes

Rosa pastel.

Para cuando terminé de teñirme, tenía dos cosas bien claritas:
1) El rosa definitivamente es mi color
2) Tengo que comprar guantes y dejar de arruinar duchas con tintura.

Anoche me agarró la locura.
Entre la toma de decisiones difíciles de tomar, la visita de mi viejo (llega en un par de horas, iupi!) y miles de cosas más, puse cuatro tandas de ropa para lavar (ok, lo admito, soy un desaste, lo mio es así: o no lavo nunca, o lavo todo de golpe) y me teñí el pelo, de nuevo.
Me gusta mi pelo.
Normalmente, lo que hacía era, cada dos o tres meses, teñirme de un color diferente.
Hace casi un año que me mantengo entre el violeta y el rosa.
Me gusta eso. ¡Puedo mantener algo!
Yo sé que suena idiota, pero es que me cuesta mantener cosas. Me cuesta mantener relaciones, me cuesta mantener decisiones, me cuesta..
Creo que se debe a lo terriblemente cagona que soy, pero bueno. Uno es así.
Inconstante y desprolijo
¿Qué le vamo a hacer?