martes

Acostarse con amigos está de moda (Parte II)

- ¡Apagá esa cosa!
- Dios, ya va (se estira y apaga el despertador)
- Mmmh (se gira en la cama y lo abraza)
- Me parece que alguien tiene que ir a trabajar (ríe)
- Que se mueran los de la feria
- Dale bobita, arriba. (la empuja)
- ¿Qué sos? ¿Mi mamá? (le golpea el hombro)
- Si, y como tu mamá, tengo que enseñarte algunas cosas antes de que te vayas a trabajar. (la mira a los ojos)
- ¿Ah, si? ¿Vos? ¿Enseñarme? ¿A mi? (totalmente seria)
- Sip (se da vuelta en la cama y se coloca encima de ella)
- El hecho de que tengas casi 10 años mas que yo no significa que ...
- Calláte, estoy a punto de enseñarte algo, ¿no me ves?
- No te veo enseñándome nada, viejo. (riéndose)
- ¿Viejo? ¡Ay, pendeja de mierda, voy a matarte! (ríe y le da un beso)


Exactamente 25 minutos después.


- ¿Querés café? (camina en pantalones y corpiño por la casa, con el gato subido a la cabeza)
- Sin .. (mientras se pone el pantalón)
- Azúcar, ya sé.
- (Le sonrie y le da un par de besos mas) Aprendés rápido. Buen perro.
- Hijo de puta, salí de acá, viejo de mierda. (entra a la cocina)
- ¡Andaaa, pendeja de mierda, no soy viejo! Estoy en la flor de la edad, carajo. (la sigue riéndose)
- Si, claro, y yo soy Marilyn. (prende la cafetera, por segunda vez en cinco horas)
- ¿Manson? (se cruza de brazos apoyándose en la heladera)
- No, Monroe.
- ¡Carajo! ¡Me cogí a Monroe!
- (riéndose a carcajadas) ¡qué pajero!
- ¿Yoo? (saca dos tazas)
- Si. Pasáme la bolsa que esta ahí arriba (señala)
- ¿La roja?
- No, la azul (concentrada en llenar las tazas con café)
- ¿A qué hora entras a trabajar? (le da la bolsa)
- En una hora. Gracias.
- ¿Y por qué mierda esa cosa suena tan temprano?
- Porque me cuesta levantarme. (le golpea la cabeza con una cuchara y sigue preparando el café)
- ¿En una hora dijiste? (le susurra mientras se acerca por atrás y le da besos en la frutilla que tiene tatuada en la espalda)
- Sos totalmente sexopata (se voltea, apoyándose contra la mesada, café en mano)
- Definitivamente (le saca la taza de café y se aprieta contra ella)
- ¿Puedo tomar café antes? (levanta una pierna)
- ¿Podes tomar café mientras? (le agarra la pierna y le acaricia el muslo)


Y así, señoras, señores e imbéciles, es como una señorita cualquiera llega tarde a trabajar.