sábado

Gris ..

“Prefiero morir de pie, a vivir arrodillado”
Che Guevara.

Para Camilo, algún que otro poeta desperdigado por el duro e inexpresivo suelo porteño.

Descarado bar, tarde calurosa o fría da igual
Siempre está ahí, pálido bajo su gorra calada, con los ojos claros y desteñidos, concentrados en lograr una carambola más.
Melodía de seguros golpes y caricias de tizas azules como dejando caer la mano sobre la cabeza de un niño que pasa
Un café ignorado humea dando señales que todavía puede entibiar una áspera garganta con aliento a nicotina.
Un mozo también veterano gambetea las mesas bandeja en mano derramando sueños y capuchinos.
Y como frutilla sobre la torta, un gallego detrás de la caja contemplando la escena que se repite con aburrida perfección.
Ese apacible hombre de baja estatura, poco pelo e inconfundible voz castiza es tan rápido como un áspid a la hora de cobrar y no hay parroquiano que pueda jactarse de deberle un especial de jamón crudo.
Por eso, si usted es forastero podrá saborear un rico café, contemple con ternura al hombre con el taco en la mano que siempre está por tirar, tiemble cuando el mozo con algo de Parkinson se le acerque, no podrá dejar de pensar en un tintorero.
Pero eso , no intente burlar al gallego por mas lejos que se encuentre de la caja… es una trampa mortal.
Después de todo “el feca” cuesta uno con veinte.

Cherka – Septiembre 2011


PD: El "Camilo" de la dedicatoria es Camilo Blajaquis, el escritor de "La venganza del cordero atado"

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(Albert Einstein)