martes

djiaodjwadmksa ♥

Y según Guille, esta foto demuestra exactamente lo que soy
Andá a saber qué carajo quiso decir.


Y lo cito, porque creo que lo que dijo sólo me hizo amarlo más (si eso es posible)
No sé, la compu prendida, seguramente en plena corrección de algún libro frutilla; los libros, diccionarios y traductores de latín, italiano y francés (jaja, seguro que no sabías que yo sabía qué había en esa biblioteca que está todo el tiempo bajo tu custodia, eh), ordenados por colección y tamaño, pero al mismo tiempo medio desacomodados; el teléfono al alcance de la mano para llamar a tu amiguita Lara en algún momento de desesperación absoluta (esperemos que sobre mi, sino .. ¿sabés la que se te arma?), la colección de monedas para meter la mano y tener un medio-orgasmo; la taza de café siempre presente para sobrevivir horas y horas de hacer cosas que mejor no quiero saber, porque sabés que moriría de celos y eso (como decís vos); el teclado de costado, porque tenés ese problema loco y raro (como vos) de que si el teclado está derecho no podés escribir; la pantalla con el brillo máximo porque sos una ciega de mierda, y te gusta así aunque sabés que te hace mal; el espejo escrito; las fotos en todos lados; tu cara de "Si, me están sacando una foto y pongo cara de nena buena aunque todos sabemos lo que hice anoche con Guille (jajaja)"; esa camisa que tanto te gusta y te la ponés aunque tenga una mancha del tamaño de África; los jeans que, los que te conocemos, sabemos que tienen más agujeros que ... mejor no digamos qué y se te caen cada vez más porque no te los sacás ni aunque te torturen (jajajaja, ya hablamos de esto, ¿no?); el collar de mierda ese que te queda tan lindo (gatita) y vos insistís con eso de "Es un llamador de angeles, mirá (y lo haces sonar) acá estoy"; los puchos medio escondidos (adicta de mierda); el cenicero a punto de explotar; el celular para contestar mis mensajes ridículos a las cuatro de la mañana (soy un amor). Todo lo que hay en la foto te hace ser lo que sos, incluso la saturación y el exceso de amarillo. Como el sol, ya te dije. Los que no te miran en la calle, es porque los dejaste ciegos tres cuadras antes. Y ya me cansé de escribir, mañana te detallo todo lo que me falta, pero sólo si vos hacés los mates, ya sabés lo que pasa cuando me dejás a mi cuidando el agua.