sábado

Dánica dorada.

Acá es cuando uno dice "Pero por favoorrrrrrrrrrrrrr ¿por qué a mi?"
Primero, me levanté a la mañana y puse a hacer café. ¿Qué pasó? Me zarpé y quedo super fuerte. No quise tomarlo.
Después, prendí la compu y ¡Oh, carajo! todas las carpetas con libros se habían mezclado y (No sé cómo) perdido por arte de magia (aunque sospecho que un felino cuyo nombre empieza con L y termina con ucky tiene mucho que ver)
Más adelante, me entero de que la corrección de un libro no-estaba-hecha y además de quedar para el orto con la autora, tuve que ponerme yo misma a corregir como una pelotuda cada puto error (todavía estoy en eso, che, que son 300 páginas).
Se me cayeron los lentes en algún punto entre las 6 y las 7 de la tarde y exactamente cinco minutos depués de la caída, los pisé. Decí que son como de hierro prácticamente, porque solo tuve que ponerle de nuevo el vidriecito de mierda y chau pinela. Como nuevos.
Son las once de la noche, me muero de sueño y SÓLO quiero terminar de corregir este puto libro para irme a dormir, pero, ¿qué acaba de pasar? La puta computadora se apagó porque me estiré y mi dedo del pie (que si sobrevivo a esto, me lo voy a amputar) apagó la zapatilla y entonces, chau todo. Ahora no encuentro el archivo a medio corregir y me quiero picar los ovarios con un cuchillo para untar.
Chau.