jueves

Green Eyes

No entendes que lo necesito? No entendes que necesito que estes conmigo?
Cuando te conocí, y vamos a ser sinceros, pensé que eras un poco tonta. Que no entendías la naturaleza de la vida. Que no podías comprender siquiera lo que significaba ser la roca de alguien.
Yo venía medio mal, eso ya lo sabés. Y cuando te dije que tenías los ojos verdes Coldplay y vos me respondiste que podías ser MI roca te juro que lo primero que pensé es: "Que sabrá de rocas ésta!".
Pero nos volvimos a ver, y eras tan ... viva. No entendés lo que quiero decir. Se que te quejás, porque todos nos quejabamos, pero no parabas de sonreir, y el sol te daba de lleno en el pelo rubio y yo no podía parar de querer tocarte, sentirte, sacarte esa sonrisa de un beso. No nos habíamos dado ni un beso todavia.
Sos muy fria a veces, sabés? Es decir, cuando te conocí chamuyaste a diestra y siniestra y te reías, y movías las manos, las caderas, hacias ojitos, pero cuando nos volvimos a ver, estabas diferente, feliz y sonriente, pero distante. También pensé que eras bipolar, si, bipolar, no te enojes. A la noche sos una cosa, al mediodía otra y a la mañana otra mas. Me diste la mano en vez de saludarme con un beso. Me pareció raro.
Mucho tiempo después me confesaste que no te animabas a tocarme porque sentías que si me tocabas te me ibas a tirar encima, sacarme la ropa y cojerme en pleno once. Yo me reí y me sigo riendo.
No me quiero ir de tema, te estaba tratando de explicar lo que siento. La primer noche me pareciste una piba tonta, que uno se levanta para cojersela y despues se la olvida. Pero no pude ni levantarte, ni cojerte, ni olvidarme de vos. Todo me salió para el orto. Ya sé que suena cursi, pero eso es lo que sentí, siento, me pasa y me pasó.
Cuando quedamos para encontrarnos de nuevo, una semana después, sentí que habian pasado meses, que necesitaba llenarte de besos, tocarte, volverte loca. Me dije que estaba alucinando.
Pero te vi bajar del ascensor, abrir la puerta y el sol te dio en la cara y me miraste y sonreiste y dije: "Carajo, estuve pensando todo este tiempo en ella, en sus ojos, y ni siquiera la conosco". Y ahi fue cuando me di cuenta de que estaba en el horno.
Hablaste mucho ese día. Bueno, en realidad siempre hablas mucho. Pero ese día estabas como apurada por hacer que las palabras salgan, te reías, fumabas. Creo que estabas nerviosa. Yo si lo estaba.
No nos conociamos, creo que ni siquiera nos acordabamos de como era el otro fisicamente y teníamos miedo de defraudarnos. Quiero que sepas que NUNCA me defraudaste. Ni siquiera cuando estabas enferma, tirada en la cama, toda palida y ojerosa, y tosiendo como buena fumadora que sos. O cuando llorabas desconsoladamente porque te habías peleado con tu amiga y se te pusieron rojos los bordes verdes de los ojos. Tampoco cuando descubrí que en realidad te teñias para ver si siendo diferente, la gente no te defraudaba ni te falseaba tanto, y me lo dijiste, pensando que yo te iba a decir que no quería que cambiaras. Nunca. Siempre me pareciste hermosa. Perfecta. Y quiero que sepas esto: Amo tus cambios. Porque se quien sos, nunca dejo de reconocerte y nunca dejo de pensar: "Carajo, que feliz que me hace esta mujer".
Después de eso nos seguimos viendo, mas seguido cada vez. Eramos amigos, pero yo no quería que lo seamos. Nunca quise ser tu amigo. Entendiste eso, no? No quiero ser tu amigo. Sé que suena feo, cortante, amenazador, pero es asi.
Salias del trabajo y yo te pasaba a buscar. Al principio me moría de la risa, porque siempre salias de un laburo diferente y yo a veces iba al anterior y me decian que habias renunciado y tenia que llamarte y preguntarte a donde carajo estabas trabajando esta vez. Cotillones, marcas de ropa, salones, bares, productoras de radio, de television. Me volvias loco.
Yo siempre en la misma, buscandote y vos que parecia que te escondias de mi.
Me contabas que estabas con un francés, despues con una mina, despues con un pibe de provincia, de ese me acuerdo bien, hablabas muchisimo de él porque el pibe te confundía, después aparecio un Matias, y te reías de mi y me decías: "Capaz que algun dia me los confundo" y yo rogaba por que sea así, te juro que quería convertirme en francés, en mujer y en el otro Matias cada vez que los nombrabas. Pero el que más quería ser era el chabon de provincia, creo que era de San Miguel, ahora no puedo acordarme del nombre. Ese tipo te volvia loca porque no entendías lo que te pasaba con él y yo solo queria ser harry potter y tomar esa poción que te convierte en otra persona. Te juro que ahora me siento un imbécil, pero en ese momento pensaba así.
Al francés lo descartaste como si fuese de plastico. Me dolió eso, sentí lastima por el tipo, y en ese momento empecé a replantearme si realmente quería contarte lo que sentía por vos. Tenía miedo de que me rechaces, por así decirlo. O que me des falsas esperanzas y después me dejes tirado como después de un tiempo hiciste con el otro Matias.
Al final "El de San Miguel" (que es como yo lo llamo para mi) te mandó a cagar y no supe bien que hacer por qué vos no sentiste nada, no lloraste, ni te pusiste mal.
La única que quedo fue la piba. Barbara.
Yo me sentía como si estuviesemos en Gran Hermano.
Una tarde que fuimos a tomar una cerveza a Bellagamba te pregunte porque te habías deshecho de "tus chicos" como vos los llamabas.
Te acordás de lo que me dijiste? Yo si. Palabra por palabra. Dijiste: "Ninguno me hizo sentir ganas de vivir. Ninguno me hizo querer mas de lo que tenía."
Me quedé helado. Cuando te pregunté por la chica me dijiste "A mi no me gustan las mujeres, me gusta ESA mujer y punto. No soy lesbiana, mati. No me considero bisexual. Solo me gusta Barbara." Me hiciste mierda con esa frase, Me.
Me aseguré de que no te dabas cuenta de lo que sentía. Me dije que tenia que buscarme otra mina y eso hice.
Te acordas de Claudia, no? Seguro que te acordas. Estuve con ella cuatro días nada mas, pero te la refregué por la cara los cuatro putos días.
No lo soportaba.
Me acuerdo perfecto de esa noche. Fue una de las mejores noches de mi vida, pero ya lo sabes. Habíamos salido a bailar con unos amigos míos y vos te habías colado en la salida, como siempre.
A mis amigos desde un principio les caíste bien, eras fresca, tenías ideas divertidas y siempre la mejor onda, pero nunca intentaron conocerte mucho.
Esa noche vos tenias esa remera que te gusta tanto que dice "Todo terreno es mi segundo nombre" en la parte de adelante y esas pantimedias con el shortcito y las polainas que te regalo tu viejo. Estabas hermosa.
Vos sos una de esas minas que se pongan lo que se pongan, les queda perfecto. Sabias? Usas esos pantalones todos rotos y hechos mierda e igual estas divina. Te pones un vestido y deslumbras. No importa.
Te decía. Me acuerdo que te levantaste de la barra y me arrastraste hasta la masa de gente que estaba bailando reggaeton. A mi no me gusta mucho que digamos bailar pero te seguí porque se que a vos te encanta bailar y romper las pelotas.
Estabamos tan cerca y pusiste mis manos en tu cuerpo. Parecía una invitacion. Te frotabas contra mi y yo no podía parar de pensar en que si seguías haciendo eso iba a terminar duro como una piedra y nadie iba a poder bajarme despues.
Te pusiste en puntitas de pie y me preguntaste al oido si me estaba divirtiendo, yo te conteste "Todavía no". Creo que ese fue el detonante de la situacion. Me miraste y no pude mas. Te di el beso con mas sentimientos que di en mi vida y vos, simplemente, respondiste, como si fuese lo mas normal del mundo.
"Espere tanto tiempo para que hagas eso que creía que iba a tener que hacerlo yo" me dijiste cuando nos separamos.
El resto lo sabes. Sabes todo. Todo.
Hasta que yo metí la pata.
Siempre meto la pata en algun momento pero esta fue la peor de todas. Me fui.
Me fui y ni siquiera estabamos mal. Me fui, así nomas, como quien no quiere la cosa. Me fui y te hice mierda.
Perdón. Perdón de nuevo.
Me fui a brasil, con mi laburo. Tuve unas diezmil conferencias y en la mitad lo único que podia hacer era pensar en vos y en tu risa. La otra mitad me la pasaba diciendome que no tenia que estar con vos porque eras muy chica, porque yo estaba en otra, porque tenías un estilo de vida diferente al mio, porque no compartíamos algunas cosas y nuevamente pensaba en vos y en tus ojos, en como caminás, en como te estirás a la mañana, en como sonreís y  se te hacen chiquitos los ojos hasta que te digo "chinita" despues de que hacemos el amor, en lo lindo que es verte dormir al lado mio, con esa boca perfecta que tenes semi abierta y el pelo todo enredado en la almohada, en como la sabana siempre, por alguna casualidad, te la quedas vos y como yo termino solo con la frazada. Pensaba en tus piernas largas y en como te quejas de que estas gorda cada media hora y en tus gritos cuando entro al baño y vos te estas lavando los dientes.
Pero lo que mas pensaba, mechi, era en el sonido que haces cuando te reís, cuando te excitás. Es el mismo. Te reis como gemis. No pienses que te reís feo, cuando te reís tenes mil risas y hay una en particular que es la que pones cuando estas muy contenta. Yo lo descubrí cuando te lleve al parque de la costa y nos subimos a la montaña ruza, te acordas? Es el mismo sonido de placer que haces cuando gemís. Amo ese sonido.
Pensando todo esto y todo lo anterior, me confundí. Me confundí feo. Y ahi fue cuando la cagué.
Volví y estabas hecha una fiera. Me gritabas, llorabas, me decías que era una basura que yo no servia para nada. Y tenías razon. Tenías razon. Soy una basura. Pero esta basura estaba confundida antes y esta misma basura ahora sabe que esta enamorado de vos y que no puede hacer nada para evitarlo.
Me mandaste a la mierda. No nos vimos por unos dias. Fueron los peores de mi vida, pero eso, como tantas otras cosas, también lo sabes.
Después te llamé, y hablamos un rato. Te volví a llamar al dia siguiente y seguí llamandote, estuvimos así unas dos semanas. Yo te llamaba, hablabamos de tonterías y antes de cortar te pedia perdon de nuevo y te decia "te amo". Vos simplemente cortabas.
El día que te peleaste con tu amiga quedaste varada y sin un mango en el medio de boedo. Fue esta semana. Me llamaste entre asustada y cansada y te pase a buscar. Te traje a tu casa y lloraste. Nunca te había visto tan triste. Estabas hundida. Perdida.
Te consolé lo mejor que pude, te atendí. Hice lo unico que no había hecho hasta ese momento y que se que de ahora en mas no voy a dejar de hacer: Cuidarte.
Quedamos que yo volvía al mediodia y que ibamos a comer, hacia semanas que no nos veíamos y queríamos hablar.
Fui un idiota ese día también. Fui posesivo y arrogante, fui imbécil.
Cuando volví estabas con el francés. El francés que yo pensé que se había ido de tu vida para siempre estaba sentado en tu mesa ratona, como si nada. Nunca me habia enojado tanto, sentí ira y miedo. Ira porque me imaginé mil escenas de él tirandote arriba de la mesa y lamiendote y miedo por pensar eso y de perderte.
Nos gritamos un rato. Me hechaste.
Esa noche te llamé y te pedí perdón de nuevo. Vos también me pediste perdón, todavía no sé porque.
Desde ese día volvimos a la rutina de "te llamo, te pido perdon, te digo que te amo" pero ya no cortás. Ahora vos también me decís "Perdon, te quiero mucho."
Creo que tenemos que empezar de nuevo. Sin el francés, sin mis viajes, sin barbara, sin mis confusiones, sin los gritos, con las sonrisas. No te parece?
Te amo, y desde el día que te conocí no hago otra cosa que pensar en vos.
Mati.