Para empezar, me mandé unas cuantas cagadas.
Primero,
desconecté el chufo ese que había que dejar conectado. Después, hice cualquier
verdura con las redes inalámbricas, y para completarla tenía que apagar la
compu antes, y lo hice después y eso no sé en qué afecto y entonces todo se me
fue a la mierda.
La cosa es que después volví a empezar de cero.
Tengo algunas quejas para con Speedy y Telefónica.
- El temita este de las instrucciones. Eso de “Kit Autoinstalable” pueden metérselo adentro del orto varias veces. ¡Estuve dos horas para instalarlo, loco!
- Mi computadora se la paso diciéndome cosas como “Ups, lamentablemente no pudimos terminar la instalación. Cierra todo y comprueba en unos minutos”. ¡Si, ESTA unos minutos! ¡Horas dije, horas!
- La cantidad de tiempo que tarda todo en cargarse es agobiante, gente. “Puede tardar unos minutos” significa “usted deberá sentarse y fumarse diez cigarrillos mientras esta mierda se instala de la forma más lenta y temeraria posible, habiendo riesgos de que la instalación no se produzca de la manera correcta, lo que la hará fumar cinco cigarrillos mas. Al final del día (o, en su defecto, noche), no solo deberá consultar a su proveedor del servicio de Internet Inalámbrica sino que ADEMÁS deberá pedirse un turno con el mejor medico especializado en Cáncer de Pulmón. Saluda ATTE: Telefónica y sus allegados”
- “El programa de instalación del Asistente de instalación de la instalación del instalador del Asistente Virtual para la instalación de su modem” puede irse a la mierda, también.
- Lo juro, ese verde mostaza feo que identifica a las barritas de “cargando” marca Telefónica me tienen cansada.
- Las siglas BHS, YSS, JFP, PC (¡el Partido Comunista no, la maquina!) y todas esas, me llenaron las bolas, y ni hablemos de la palabra
- ¿“Verifique las conexiones y que el modem esté encendido y vuelva a intentarlo”? ¿Me estás tomando el pelo? ¡Lo verifiqué todo N veces!
Así que
señor, señora, si usted ve que compro el pack de Telefónica y no le
anda, no se preocupe. Nos paso a todos. Respire hondo, prendase otro Lucky
Strike y (luego de contar ciento
cincuenta y ocho ovejas verdes) hágale caso a la famosa frase:
“Vuelva a intentarlo más
tarde”
Y siga con
su vida, que robar internet, tampoco es tan terrible.
